La lista de músicos caídos en el combate con la existencia es larga y está llena de nombres que han sido y son importantes para los amantes de la buena música.
Músicos creativos que se marcharon en la flor de la vida y dejaron tras de si canciones inmortales que permanecerán siempre en la memoria colectiva.
Nombres ya inolvidables que evocan tiempos de gloria y sentimientos en quienes los conocieron bien o en quienes simplemente disfrutaron de su talento.
Hacemos desde aquí un homenaje a estos músicos ya eternos;
músicos con el Gen Dro.
Boni de Barricada, Poch de Derribos Arias, Enrique Sierra de Kaka De Luxe y Radio Futura, Tino Casal, Eduardo Benavente, Julián Infante, Carlos Berlanga, Germán Coppini , Enrique Urquijo…
Todos ellos y muchos más aportaron lo mejor de si mismo en su paso por esta vida, alegrando corazones, inspirando sueños, aportando un poco de felicidad en formato de canción a un mundo que no hubiese sido el mismo sin ellos.
Les recordamos en este post, pero no con tristeza por su temprana marcha, sino con la alegría por los que nos hicieron sentir con su música y con un sentimiento de gratitud por su regalo de valor incalculable.
Porque su música nos ha ayudado a transformar el dolor en celebración de la vida,
vamos a recordarles hoy haciendo lo mejor que sabían hacer:
música de la mejor.
Índice
Kike Sierra fue uno de los personajes más queridos del pop español. Su carismática personalidad, su aspecto inconfundible y, sobre todo, su guitarra llena de matices profundamente eléctricos es inseparable de la herencia de aquello pioneros llamados Kaka De Luxe y, sobre todo, de los adorados Radio Futura, con los que grabó este clásico que pervivirá hasta que desaparezca el pop de la faz de la tierra: "La estatua del jardín botánico".
No muchos personajes fueron tan visionarios y adelantados a su tiempo como Tino Casal. Cantante, compositor, productor, pintor… Pocas disciplinas artísticas se le resistieron y su presencia sobre el escenario era sinónimo de arte. Tino marcó una época y él solo fue capaz de definir la estética visual de un tiempo de prodigios, además de dejar para el recuerdo extraordinarios temas como este "Oro Negro".
Lo tenía todo: era joven, valiente, poseía un sonido propio y tenía una idea clara de adónde llegar. La prematura desaparición de Eduardo Benavente nos privó de un artista sin aparente techo que en su corta vida había tintado los coloristas sonidos de la movida en tonos más oscuros del rock de onda siniestra que venía de fuera. Pero, antes de marchar, le daría tiempo a dejar registrados clásicos imperecederos como este "Autosuficiencia" al frente de Parálisis Permanente.
Julián Infante, Julito, era la diversión encarnada con una Stratocaster colgada del hombro. Marcó una época con Tequila y reverdeció laureles en Los Rodríguez. Vivió, gozó y dejó un corolario de anécdotas con las que se podrían llenar varios libros. Brindemos por él con este clásico de los Rodríguez en vivo: "Salud, dinero y amor", en el que, por cierto, también tocaba otro ilustre miembro de labanda hispano-argentina desaparecido: el bajista Daniel "Pato" Zamora.
Su figura y su personalidad se erguían por encima de la media de creadores que dieron al pop español un nuevo y luminoso impulso. Su capacidad compositora brilló en los Pegamoides, Dinarama y en una carrera en solitario que también alumbró discos de una calidad indiscutible. Carlos Berlanga, de proverbial timidez, fue una estrella sin proponérselo y también ha dejado tras de si un legado para la posteridad lleno de títulos inolvidables como este: "La rebelión de los electrodomésticos", en el que canta junto a un llorado batería que puso el ritmo y dotó de un estilo propio a las bandas más importantes de la movida: Toti Árboles.
Pocos solistas ha tenido el pop en este país con el empaque, la grandeza y el talento de Germán Coppini. Un crooner con gusto exquisito y un toque personal inimitables que hizo las delicias del público con los primeros Siniestro Total, los míticos Golpes Bajos y más tarde en solitario, exhibiendo una madurez y un saber estar a la altura de muy pocos. Buena prueba de ello es esta maravilla llamada "Alien divino".
Por mucho que se escriba o se diga de él, Enrique Urquijo era una personalidad tan universal y llena de matices que resulta difícil de abarcar con una sola mirada. Sobre sus hombros frágiles hizo descansar desde sus inicios el proyecto de Los Secretos, guardándose también algo para su proyecto personal con Los Problemas. Enrique se relacionaba con la música con la candidez de un chaval. Por eso cobra tanto sentido un tema mítico como este "Volver a ser un niño".
Nos dieron mucho; tanto que es imposible agradecerlo de una sola vez.
Con su energía, su capacidad de transmitir y su amor por la belleza, hicieron que la realidad en la que vivimos fuese siempre menos dura, más amable,
porque siempre había una canción de ellos para aliviarla.
Sembraron cosas buenas que han ido germinando y estableciéndose sólidas como troncos vigorosos de un árbol que siempre está ahí, majestuoso:
el de la música española.
Por eso les recordamos,
por eso vibramos una vez más con sus canciones,
por eso nos reconocemos en el Gen Dro que atesoran.
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