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Foto del escritorFernando Martín

El Gen Dro en la Era del Vinilo


En aquellos tiempos el sonido no se comprimía, sino que estallaba en los bafles del tocadiscos.

Se intuía la llegada de un formato que "mejorara" el sonido, pero el amante de la música convivía con sus preciados vinilos de todos los tamaños y ¡ay del que quisiera arrebatárselos o, siquiera, distraérselos, tras pedírselos prestados!.

Era una época en la que a nadie se le hubiera ocurrido que la música pudiera quedar reducida a unas pocas palabras, un escueto título con una rayita debajo.

Era… ¡la Era del Vinilo!


Aunque estos nombres continúen teniendo plena vigencia en el mundo 3.0., es fascinante recordar sus orígenes.

Cuando se erigían en pioneros y líderes de una juventud cuyo más preciado tesoro era… ¡sus vinilos!

Mágicos artefactos sonoros de los que, de modo insólito y difícil de comprender para el que no era de ciencias puras, emanaban las canciones que te cambiaban la vida.

Canciones que, en un mundo tecnologizado hasta niveles inimaginables siguen sonando con el mismo poder de evocación de sus inicios.

Canciones que atesoraban -y de qué modo- el Gen Dro en su ADN.

Seguro que cuando las escuches recuerdas más de una y más de dos y más de tres y…


Índice


  1. Radio Futura te hicieron enamorarte de la moda juvenil

  2. Con Nacha Pop nadie pudo parar

  3. Parálisis Permanente: vinilo en claroscuro

  4. Gabinete Caligari y la obediencia a una personalidad musical

  5. Alaska y los Pegamoides, el pop punk colorista que lo cambió todo

  6. Siniestro Total: canciones y portadas que llamaban la atención

  7. 10 grandes canciones de la Era del Vinilo con el Gen Dro



Un 10 de Noviembre de 1980 la música realmente moderna dió el pistoletazo de salida. En los estudios de Hispavox comenzaban a registrarse las canciones de una formación que, con el paso del tiempo, pasaría a convertirse en una de las marcas más reputadas del pop español. Radio Futura nacía discográficamente con un elepé que pasó de inmediato a sobresalir en las estanterías de aquella juventud ávida de nuevas sensaciones musicales.

Los hermanos Santiago y Luis Auserón, el artista plástico y musical Herminio Molero, el guitarrista Quique Sierra y la figura carismática de Javier Pérez Grueso captaron al instante la atención del respetable con este álbum lleno de himnos, como este "Enamorado de la moda juvenil".



También sería 1980 el año del estreno discográfico del grupo que mejor supo traducir el lenguaje de la reluciente new wave británica a la idiosincrasia de una nueva España en eclosión.

Carlos Brooking en el bajo, Ñete a la batería y los primos Nacho García Vega y Antonio Vega habían cultivado un repertorio de lo que en Inglaterra llamaban pub rock y que aquí se traducía en una delciosa combinación de rock'and'roll urgente y pop de melodías primorosas, con un baño de componente

eminentemente juvenil que hizo que los chavales de la época se sintieran identificados a la primer escucha. Lo mejor es que décadas después aquel vinilo grandioso sigue sonando con la misma fuerza y encanto del primer día, quizá para recordarnos que, cuando la ilusión es grande, "Nadie puede parar".




No todo era luminosidad en los años del vinilo. Un sector de la juventud, atendiendo al eterno romántico de quienes aún no han rebasado la veintena, se identificó con otro tipo de sonidos e ideas que fuera de nuestras fronteras representaban nombres como The Cure, Joy division, Killing Joke o Bauhaus.

En España fue Eduardo Benavente quien se erigiría en visionario de aquellas imágenes tortuosas y sonidos hipnóticos y chirriantes que también encontraron su

público en aquella juventud amante de los discos.

En 1982 aparecía El Acto, único disco de Parálisis Permanente, ya que su líder Eduardo fallecería al año siguiente en un accidente de tráfico y pasando directamente a la posteridad, en donde habita junto a sus canciones, como este "Te gustará".



En tiempos del vinilo se recuperaba la tradición de los años 60, en la que grupos y artistas nuevos se batían primero el cobre dando lo mejor de si mismos en singles o EP's. De este modo sus canciones llegaban al público como dardos certeros que les abrían paso en las listas de éxitos, copadas por sonidos mainstream.

Este es el tercer single que editaron unos jovencísimos Jaime Urrutia, Edi Clavo y Ferni Presas con la provocativa presencia


en su portada del Rolling Stone Brian Jones ataviado con el uniforme de las SS.

Antes de abrazar el rock más torero, Gabinete seguían entonces también la onda oscura que provenía de Inglaterra y que se plasmó en temas como este "Obediencia".




A principios de los años 80 no existía un solo joven "moderno" que no tuviera este single. Una jovencísima Alaska al frente de los Pegamoides -con el elegante Carlos Berlanga a la guitarra y compartiendo micrófono, el impactante Nacho Canut al bajo, la sugerente Ana Curra a los teclados y el inquieto Eduardo Benavente en la batería- abrió las puertas al cambio estético que vivió España en aquella época y que empezó con este vinilo a 45 r.p.m. destinado a convertirse en mítico


y símbolo de aquel país efervescente que empezó a asombrar al mundo por su actitud desenfada y sus ganas de pasarlo bien. Buena culpa de ello la tuvo esta canción insólita y que enseguida caló en las emisoras de radio de todo el país: "Horror en el hipermercado".



Comparado con lo que vivimos ahora, la Era del Vinilo tuvo épocas en las que la censura era casi inexistente Buena prueba es este single con "doble cara B", uno de cuyos temas puedo hacerse -en descarado playback, eso si- en TVE, la única televisión que había, y ¡en horario infantil!.

Siniestro Total fustigaban a placer con unas canciones en las que había retranca para dar y tomar y en las que cabían hasta portadas homenaje con todo el humor que los de Vigo podían desplegar.

En este caso el tributo era a la cubierta del London Calling, de The Clash, que a su vez se lo rendía al álbum de debut de Elvis Presley.

Un gaitero destrozando su instrumento en portada y una canción que no dejó indiferente a nadie: "Me pica un huevo". ¿Qué podía salir mal?.



El progreso está muy bien, qué duda cabe,

pero aún no nos ha traído nada comparable a los vinilos,

cuyas canciones detienen el tiempo y cuyas portadas han decorado miles de habitaciones.

Celebremos la prodigiosa Era del Vinilo con este Play List de gloriosas canciones,

todas ellas con el Gen Dro.





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